Poesia y realidad
Titanic
Ve desde la altura cómo se inclina el plano
sin embargo mantiene la cabeza erguida.
Con las uñas recupera la memoria de la especie
se aferra al agua.
Lejos de la orilla
su sombra ya no tiene límites.
Campo de huesos fríos,
entrega su brújula al viento.
Y se precipita sin una queja,
enorme girasol de tallo lacerado,
entre cuerdas y remolinos transparentes.
A.S.M.